El Ruiseñor, también conocido como Ruiseñor Común es un ave que es reconocida popularmente por su hermoso canto. Los sonidos de estas aves pueden escucharse tanto de día como de noche, sobre todo en épocas de apareamiento, donde despliega todas sus dotes de cantor para poder atraer a la hembra. Su nombre científico es Luscinia megarhynchos y se lo clasifica dentro de la familia de los Muscicapidae. Es un ave migratoria, originaria de Europa y Asia pero que elige el continente africano para pasar el invierno boreal. En la primavera retorna a su hábitat natural con el fin de aparearse.
¿Cómo es el ruiseñor? sus características
El Ruiseñor Común no es un ave que se destaque notoriamente por sus aspectos morfológicos, sólo su plumaje de un marcado pardo rojizo puede destacarse como característica fundamental, sobre todo entre las plumas supracobertoras y las de la cola. Es de estacar que su color no es uniforme, sino que presenta áreas con tonos más apagados, mayormente situados en la pareja central de rectrices. Durante el vuelo del ruiseñor es posible detectar que las áreas inferiores son de un color grisáceo y puede observarse una zona de plumaje blanco en la garganta.
El pico del ruiseñor está a tono con su plumaje, exhibiendo un color pardo oscuro, siendo la mandíbula inferior algo más clara. Las patas en la zona de los tarsos y los pies presentan una tonalidad clara, color carne. No se presentan diferencias notorias entre el macho y la hembra. Sólo en presencia de ambos, puede detectarse que la cola de las hembras es algo más apagada en sus colores.
Los ejemplares jóvenes de esta especie se distinguen por poseer en su plumaje rojizo, un área más apagada, ubicada en el extremo de las plumas. Toda la zona inferior de los ruiseñores jóvenes es casi blanca y observado de conjunto, el animal parece presentar un color moteado.
Alimentación
Para su alimentación, el ruiseñor elije buscar insectos blandos que atrapa del suelo con su agudo pico. En el caso de gusanos de gran tamaño, estas aves tienen por costumbre golpearlos contra el suelo hasta que dejan de moverse. Durante los meses del otoño, el ruiseñor se alimenta de las bayas de los árboles.
Reproducción del ruiseñor
Con el inicio de la primavera, los machos comienzan a emitir un armonioso canto, que al principio sólo se puede escuchar durante la noche. Los ejemplares jóvenes aprenden este tipo de canto con sólo escuchar una vez a los adultos. De esta manera, el ruiseñor intenta atraer a una hembra para cumplir el ritual de apareamiento.
El canto nupcial del ruiseñor comienza a extenderse durante todo el día, haciéndose más audible durante el amanecer y al anochecer. Durante su proceso de migración, desde África, donde estas aves han pasado el invierno boreal, los machos llegan a su destino unos 10 días antes que las hembras para recibirlas con su cortejo.
La hembra construye sus nidos en matorrales y lugares ocultos de no demasiada altura. Allí, al promediar la primavera pondrá entre 5 y 6 huevos de un color similar a la aceituna. Luego de la incubación, labor que está a cargo exclusivamente de la hembra, se producirá el nacimiento de los polluelos que, al cabo de 10 o 12 días, estarán en condiciones de salir del nido. Las crías del ruiseñor mantendrán el plumaje moteado de los jóvenes hasta la primera muda de plumas que ha de producirse en otoño. Previo al período en que iniciará su viaje migratorio a África.
El canto del ruiseñor
El ruiseñor ha cautivado por la variedad y la profunda sonoridad de su canto. En él pueden describirse 2 tipos de cantos diferentes. Durante el cortejo, el canto de estas aves es fuerte y sonoro, puede oírse con mayor insistencia durante el amanecer y durante la tarde. Luego del apareamiento y ya más cerca de la llegada del verano, los sonidos emitidos son menos vigorosos, pero más sostenidos, destacándose una enorme variedad de sonidos suaves y de una gran “riqueza musical”.
Cuando las crías comienzan a volar, los machos toman a su cargo la tarea de enseñarles a cantar. Los adultos emiten su canto y las crías tratan de emularlo, por eso durante estos períodos es posible escuchar armónicas sinfonías que parece replicarse de manera constante.
En general, es un pájaro que prefiere ocultarse entre el follaje de los árboles, sin embargo, cuando canta se deja ver y permite que el observador pueda acercarse bastante hasta donde se encuentra.
Es común verlo saltando de rama en rama en matorrales no muy alejados del suelo, esto debido a que de esta manera se mantiene expectante para obtener su alimento. Este comportamiento, de movimiento ágiles y de poco vuelo, nos recuerda a otra especie conocida como petirrojo.
Debido a la variedad de notas que el ruiseñor nos brinda con su canto, se lo conoce como el mejor cantor entre las aves.