El tepezcuintle, paca común o Cuniculus paca, es un mamífero roedor de la familia Cuniculidae. Vive en las cercanías de los ríos, en los bosques tropicales de Centro y Sudamérica. Es de hábitos nocturnos y solitarios. En situación de peligro presiona con fuerza sus dientes para provocar un fuerte ruido. Puede atacar si se le acorrala.
Hay regiones donde es cazado por el sabor de su carne, por lo que sus poblaciones podrían disminuir considerablemente si no se toman medidas oportunas. Además, su hábitat natural está en constante perturbación, debido a la tala y la expansión de las fronteras agrícolas.
Características del tepezcuintle
El tepezcuintle puede alcanzar los 80 cm de largo, y tiene una cola atrofiada que no supera los dos cm. Su peso puede ser de 10 kg. El pelaje es castaño oscuro y en cada flanco posee hileras de manchas blancas. Sus patas son cortas y constan de cinco dedos, siendo los pulgares delanteros más pequeños que el resto. Incluso, son difíciles de percibir a simple vista.
Una característica anatómica peculiar en el tepezcuintle, es el desarrollo de la “placa cigomática” en sus mejillas. Esta hace parecer que el roedor tiene un par de nueces en la boca.
Comportamiento
Este animal es sumamente arisco, huye rápido ante la más mínima amenaza. Aunque el tepezcuintle puede correr a gran velocidad, prefiere andar saltando. Usa cualquier hueco o cavidad para esconderse y puede permanecer allí, estático, hasta por 45 minutos.
Está provisto de una capa de piel que puede romperse fácilmente ante los ataques de mandíbulas o garras de sus depredadores. Esto dificulta su captura y le da oportunidad de escapar. En ocasiones se sumerge en el agua, cualidad que-aparentemente-desarrolló para poder evadir al perro de monte.
El tepezcuintle genera unos sonidos a través del castañeo de sus dientes, que son sumamente poderosos y terroríficos. Los hacen para espantar a sus enemigos o cuando están en un enfrentamiento con otro individuo de su especie, para la defensa de su territorio.
Reproducción y Alimentación del tepezcuintle
Los machos rocían a las hembras con su orina para identificarlas como su pareja. Esto forma parte del ritual de apareamiento de estos roedores. El celo de ellas puede ocurrir en cualquier temporada del año y la gestación se prolonga por 155 días. El periodo entre partos varía desde 97 hasta 101 días.
Después del embarazo, las hembras de tepezcuintle se vuelven territoriales. Delimitan la zona donde sólo pueden estar sus hijos y su pareja. Las crías nacen peludas y con los ojos bien «despiertos». La madre las mantiene ocultas en cuevas que estarán resguardadas con hojas en la entrada. Por lo general estos escondites son excavados en el suelo y tienen varios puntos de acceso. Uno de ellos cerca del río, para poder fugarse. Son muy buenos nadadores.
La alimentación de estos roedores es principalmente a base de frutas (mango, banana, papaya…), semilla y nueces, aunque se cree que en algunas temporadas se nutren del follaje de las plantas. Hay algunos autores que los ubican en el grupo de animales omnívoros.
A través de estudios realizados a los productos que consume el tepezcuintle, se ha llegado a la conclusión de que tiene una gran capacidad de aprovechar eficientemente los nutrientes para su supervivencia. De hecho, se detectó que diversifica su dieta aprovechando frutos cultivados. Comen estando de pie, sentados o acostados.
Los científicos aconsejan efectuar nuevas investigaciones en su estado silvestre, donde se fragmente el hábitat y exista contacto con el hombre, para obtener datos sobre el manejo integral de la especie.
Área de distribución y hábitat del tepezcuintle
Se ha detectado la presencia de tepezcuintle en México, Guatemala y Panamá. En Sudamérica se distribuye por todos los países, excepto en Chile y Uruguay. En Argentina se encuentra sólo al norte.
Prefiere habitar en selvas húmedas tropicales y bosques montañosos, aunque en ocasiones se le puede hallar en manglares, humedales, zonas de pastoreo e incluso en los alrededores de las fajas de producción agrícola. Cuando están cerca de ellas se les podría considerar una plaga, ya que pueden ocasionar daños y pérdidas considerables en los cultivos.
Estado actual
El tepezcuintle destaca en la lista roja como “preocupación menor”, clasificación que le da la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), debido a la gran distribución de la especie. Además, se prevé que existe una gran población en diferentes regiones catalogadas como zonas protegidas. Aun así, hay algunas áreas donde se ha extinguido, producto de la destrucción de su entorno natural.
También, existen algunas naciones donde el tepezcuintle está en veda. Por lo tanto, su caza ilegal se encuentra restringida, como es el caso de Costa Rica y Panamá. En Perú hay comunidades que se dedican a la cría semidomesticada de estas especies, por la calidad nutricional de su carne, el gusto y la poca cantidad de grasa que almacena.
Existen poblaciones de aborígenes latinoamericanos que habitan en bosques húmedos, que han aprovechado la proteína de la carne del tepezcuintle durante miles de años. Cazan al animal de manera sostenible, sin afectar sus poblaciones.
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