La termita es un insecto que, erróneamente, suele ser emparentado con las hormigas pero que, en realidad, no guardan ninguna relación evolutiva con ellas. Las termitas pertenecen al orden de las Isópteras y se las denomina así por tener un par de alas iguales. El alimento principal de estos insectos está constituido por la celulosa, por ello son temidas ya que atacan la madera y son verdaderas plagas depredadoras en los climas tropicales y subtropicales de donde provienen. La termita es insecto de los llamados sociales ya que conforman un complejo entramado de organización social. El estudio de los roles que cada uno de los integrantes de esta sociedad juegan en la especie, es motivo de estudios permanentes por parte de los científicos.
Descripción de la termita, sus características
La termita posee un cuerpo conformado por 3 tramos perfectamente identificables y definidos. Ellos son: la cabeza, el tórax y, finalmente, el abdomen. En la cabeza de la termita podemos encontrar un par de antenas y de ojos y sobresale su mandíbula bien desarrollada que le permite proveerse del alimento – la madera – rico en celulosa.
Por su parte el tórax está dividido en 3 partes. En el último tramo del tórax se encuentran ubicadas 2 pares de alas iguales. El abdomen está segmentado en 10 metámeros y cumplen el rol de digerir la celulosa. Para ello se valen de una relación de simbiosis que mantienen con ciertos protozoos que viven en su aparato digestivo y son quienes realmente digieren la celulosa.
Organización social de la termita
Las termitas son insectos que reconocen 3 estados evolutivos: huevo, ninfa y adulto. En este último estadio, las termitas se dividen en castas, donde sus características físicas y roles dentro de la comunidad están bien definidos.
Las obreras. Las termitas de esta casta son ápteras, es decir que carecen de la capacidad de volar, no cuentan con alas o éstas están atrofiadas. El rol social de las obreras es muy importante ya que tienen a su cargo la construcción y mantenimiento del termitero o nido donde viven. Otra labor de importancia que realizan las obreras es la de alimentar a las otras castas incapaces de hacerlo por sí mismas, los soldados y la pareja real. Las termitas obreras cavan largos y profundos túneles hasta que conducen hasta el alimento.
Soldados. Esta casta de termitas se caracteriza por su contextura física, donde su cabeza es más grande que la de los demás ejemplares y hasta suele ser la más grande del cuerpo. Al igual que las obreras, los soldados son ejemplares de ambos sexos, pero asexuados, es decir que no cumplen ninguna función dentro de la reproducción. Su labor esencial es la defensa de la colonia del ataque de otros animales o insectos. Poseen una glándula capaz de segregar una sustancia tóxica que sirve para repeler a los agresores.
Reproductores. Los ejemplares de esta casta se caracterizan por ser alados. Salen de sus nidos y realizan vuelos nupciales, aunque el apareamiento se realiza, generalmente, dentro del nido, a resguardo de posibles depredadores. Son capaces de producir nuevas reinas y reyes. Dentro de esta misma casta, encontramos reproductores primarios y secundarios.
En la termita, los reproductores primarios son el rey y la reina. Sus cuerpos son marcadamente esclerotizados y en la hembra se destaca su prominente abdomen debido a hipertrofia ovárica. Los reproductores secundarios, son hembras que están llamadas a sustituir a la reina, en caso que ésta muera o su capacidad de desove haya decaído. Podemos diferenciarlos de los reproductores primarios – pareja real – porque sus cuerpos están menos esclerotizados.
Es importante mencionar que, dentro de la colonia, la reina segrega una hormona que inhibe la capacidad reproductiva del resto de las castas.
Las colonias de termitas pueden albergar desde cientos de miles de ejemplares hasta un millón de ellos.
Alimentación de la termita
La termita se alimenta de la celulosa contenida en la madera. Su capacidad de digerirla está dada por una serie de protozoos que conviven con ellas dentro de su aparato digestivo. Son las obreras las encargadas de realizar este proceso de digerir la celulosa y luego alimentar al resto de las castas que son incapaces de procesar la celulosa.
En caso de ser necesario, las termitas son capaces de alimentarse de los exoesqueletos que van quedando acumulados en los termiteros con producto de las diferentes mudas en su proceso de transformación.
La capacidad destructiva de la termita es muy grande. Desde sus nidos, construyen túneles que llegan hasta el alimento y poseen una gran capacidad de derribar todos los obstáculos que aparecen en su camino, incluyendo el hormigón.
Las termitas sufren de fototropismo, es decir que actúan lejos de la influencia de la luz solar. Por ello combatir su accionar es una labor dificultosa. Para ello se han desarrollado instrumentos que detectan su presencia en lugares abundantes en madera, que actúan por medio de ondas sonoras.
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