Cazón, lija o pintarrojas son solo algunos de los apodos que recibe el peculiar tiburón gato. Conocido en el mundo científico como Scyliorhinus Retifer, esta especie marina pertenece al grupo de tiburones Carcharhiniformes, que comprende al menos 190 ejemplares conocidos. Se dice que es el orden más representativo de la fauna mundial.
Características del tiburón gato
Según expertos zoólogos, el tiburón gato es comparado con los felinos por su aspecto físico. Posee un cuerpo delgado y alargado, un par de protuberancias en su nariz, que se asemejan a los bigotes de un gato, ojos rasgados y dos aletas a cada lado. Por lo general, no supera los 80 cm de longitud.
Aunque el tiburón gato destaca entre los tiburones más pequeños, a menudo su aspecto intimida. Sin embargo, es inofensivo y no suele atacar a los humanos, a menos que se sienta en inminente peligro. No por ello no sabe defenderse. Cuando muerde, sus mandíbulas se cierran herméticamente y a menos que se utilicen piezas especiales de grafito o titanio, no abrirá su boca.
Alimentación del tiburón gato
Este escualo está dotado de una dentadura pequeña, aunque muy característica, debido a que sus piezas dentales son curvas y un poco puntiagudas. Estos dientes son muy útiles para moler y triturar moluscos, además de otros tipos de peces y animales, como los cangrejos. Estos últimos son su «platillo» favorito.
Investigaciones sugieren que el tiburón gato succiona a sus víctimas hasta su boca. Se cree que su tamaño condiciona el tipo de animales que come. Esta hipótesis se afianza en el hecho de que elige como presas a especímenes de dimensiones reducidas, que no resultan difíciles de atrapar.
Ese comportamiento marca una diferencia sustancial con respecto a sus parientes tiburones. Sin embargo, no afecta ni limita su alimentación. Al contrario, existen un sinnúmero de peces pequeños e invertebrados en las diversas zonas de distribución del tiburón gato. De allí que puede conseguir gran variedad de comestibles que le aporten nutrientes para su desenvolvimiento. Por lo general, permanecen mucho tiempo en el mismo sitio y no se desplacen a menos que le falte comida.
Reproducción y crecimiento
En su mayoría, los distintos tipos de tiburón gato son ovíparos. Esto significa que depositan sus huevos en pequeños nidos, dispuestos en sitios seguros. No obstante, existen clases muy específicas que son ovovivíparos, es decir, la hembra mantiene los huevos en su vientre hasta que eclosionan y dan lugar al parto.
Lo común es que una hembra de tiburón gato tenga alrededor de 40 crías, en periodos de incubación de cinco a once meses, según la temperatura del agua. Una vez que éstas nacen, tienden a separarse de la madre e iniciar su camino al desarrollo, con absoluta independencia. Esta conducta se repite en casi todas las especies de tiburones.
Cuando el tiburón gato nace, luce un destellante color azul, pero una vez que alcanza la adultez, su dermis toma un tono marrón café. Esta raza en particular, tiene un distintivo estampado en matices grisáceos, que puede estar compuesto por rayas, lunares y hasta llamativas manchas en distintas escalas de amarillo o naranja. Lo cierto es que no pasa desapercibido.
Sin duda, esto hace del tiburón gato un animal marino único, con características evolutivas que no se repiten entre otros ejemplares de su tipo. En ocasiones, debido a su gran parecido, pueden ser confundidos con el pez perro, pero este es totalmente gris en la parte superior y blancuzco en la parte inferior. A la vista tiene colores menos audaces.
Presta atención, pues el tiburón gato también se puede confundir con el pez gato, cuyos rasgos difieren considerablemente. El pez gato se encuentra en los mares europeos y su alimentación es a base de algas. También guarda cierto parecido al pez gato leopardo, el cual es muy requerido para los niños, ideal en acuarios domésticos.
Hábitat
El tiburón gato se encuentra casi en cualquier parte del mundo, aunque prefiere los climas de océanos templados y tropicales. De igual forma, se siente especialmente atraído a los alimentos que estos entornos le proporcionan. Es posible hallarlo en el Océano Atlántico, sobre todo en zonas de gran profundidad, como Noruega y Costa de Marfil.
Otros sitios de adaptación se hallan en el Océano Mediterráneo y el Pacífico. Aunque es un “animal de mundo”, es muy difícil cazarlo para tomar imágenes de su aspecto. Quienes estudian a los tiburones gato son muy meticulosos, ya que se trata de animales excesivamente tímidos, por lo que no se dejan ver con facilidad.
No es fácil atrapar, eso es seguro. Los tiburones gato disfrutan de nadar en aguas muy profundas, de al menos dos metros, pero algunos pocos gustan de hacerlo en plena superficie, aunque se desconoce la razón. Lógicamente, de estas últimas especies es mucho más factible obtener información mediante el estudio zoológico.
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