Hace miles de millones de años, cuando los dinosaurios poblaban la Tierra, su supervivencia era garantizada principalmente por su habilidad para cazar o vencer a un rival. Sin embargo, su tamaño también jugaba un papel fundamental y, en este sentido, el titanosaurus, cuyo nombre significa “reptil titánico”, tenía un punto a favor.
Características del titanosaurus
El titanosaurus fue de los últimos saurópodos en recorrer la Tierra antes de la extinción, hace 65 millones de años. Fue identificado en 1877 por el paleontólogo Richard Lydekker. Pese a que era un ejemplar de gran tamaño y contextura, poseía una silueta bastante delgada, incluso angosta. Su lomo era el triple de la estatura de una persona de tamaño normal, y su longitud equivalía a la red de una pista de tenis grande. Sus vértebras eran huecas, mientras que su coraza dorsal, formada por pequeñas placas óseas, era una de sus características físicas más distintivas. Para protegerse de los depredadores y adversarios, contaba con su larga cola, que acabada en un látigo.
El titanosaurus tenía una estructura dental poco común, pues sus piezas dentales tenían forma de lápiz, un raso que compartía con el saltasaurus, conocido por su espalda de púas. Se ha representado como un bípedo, con una cresta llamativa sobre su cabeza.
Descubrimiento del titanosaurus
Los primeros restos de titanosaurus se encontraron en la India, específicamente en la formación Lameta, y datan de hace 150 millones de años, pero sólo se hallaron pocos fragmentos de huesos. Posteriormente, otros ejemplares se localizaron en Querétaro, México, en el continente americano, específicamente en la zona sur, en el continente europeo, y en la isla de Madagascar.
Las placas óseas antes mencionadas causaron gran confusión, y en un primer momento se asumió que pertenecían a un nodosaurus. Sin embargo, conforme aparecieron otros individuos en otras partes del mundo, se determinó que eran piezas de titanosaurus.
Reproducción DEL TITANOSAURUS
Al sur de Argentina, justo en la Patagonia, se ubicaron más de mil huevos bien conservados, en una zona que alcanzaba casi un kilómetro cuadrado, supuestamente utilizada como lugar de anidamiento por una manada de titanosaurus.
Muchos de los huevos del titanosaurus, que solían tener el tamaño de una bola de boliche, tenían en su interior los frágiles esqueletos de bebés dinosaurios. En algunos, incluso, se apreciaban impresiones de piel. Es posible que el titanosaurus no pudiera incubarlos por sí mismo, ya que su gran peso se lo impedía. Al contrario, los cubría con plantas o los enterraba un poco para resguardarlos.
Clasificación de titanosaurus
Desde hace varios años se han atribuido numerosas especies a la familia de los titanosaurus. No obstante, muchas han sido reasignadas a géneros diferentes o sencillamente no han sido calificadas como originales.
La variante que mejor se conoce es la del titanosaurus colberti, cuyo nombre fue cambiado por isisaurus. Existen otras como la T. blanfordi (Lydekker, 1879), que fueron identificadas por restos de fragmentos que no pueden ser comparados con otras especies, por lo que se consideran nomina dubia, es decir de «nombre dudoso», según el Código Internacional de Nomenclatura Zoológica.
Hallazgo reciente
En 2016, científicos pertenecientes al yacimiento arqueológico de Lo Hueco en Cuenta, España, lograron presentar una nueva especie de titanosaurus que aparentemente procede del Cretácico Superior. Fue descubierta en 2007 durante los trabajos de excavación de las vías ferroviarias de la línea Madrid-Levante. Este quizás sea el titanosaurus que más información ha aportado a la ciencia, debido a que casi todas sus partes se conservan en buen estado.
Según declaraciones del equipo de investigación, el esqueleto está por encima del 50% de su formación y es posible identificar caracteres anatómicos como algunas vertebras dorsales o caudales. La pelvis del animal también indica novedades. Sin embargo, aún no ha sido identificada la especie de titanosaurus a la que concierne.
Se ha subrayado que medía entre 15 y 16 metros de largo, era herbívoro, es decir, se alimentaba de vegetación, y su estómago era similar a la cápsula de fermentación de restos vegetales.
El más grande
Ese mismo año se halló en Argentina el titanosaurio más grande del mundo, que luego fue llevado a la ciudad de Nueva York. Las piezas faltantes fueron replicadas mediante impresión 3D.
El Museo de Historia Natural será su nuevo hogar y será exhibido en la sala de fósiles, donde en el pasado estaba la mítica ballena azul, ícono del museo. Este dinosaurio se volvió el animal más grande en exhibición, resultando complicada su disposición en la sala.
El duplicado del esqueleto del titanousaurio fue realizado en seis meses por la empresa Richard Casting International en Ontario, Canadá. Se utilizaron para su elaboración piezas de fibra de vidrio obtenidas en impresoras 3D. Los investigadores se dieron a la tarea de trabajar con imágenes digitales, diseñadas a partir de 84 de los 223 fósiles encontrados en el campo La Flecha, en el paraje El Sombrero, en Chubut, Argentina. El primer fragmento de fósil fue descubierto por un peón, llamado Aurelio Hernández, durante un recorrido habitual.
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