Si hay un animal que se adapta perfectamente al ambiente doméstico y por lo tanto puede convertirse en una mascota ideal, es la tortuga de tierra. Este reptil es tan apacible, que con las atenciones necesarias puede vivir entre 70 y 150 años, dependiendo de la especie.
La tortuga de tierra (Chelonoidis carbonaria) es un Quelonio de la familia Testudínicos. Hasta ahora no hay datos precisos sobre su lugar de origen, pero el fósil más antiguo encontrado corresponde a la etapa histórica Triásico, en la era Mesozoica, hace unos 250 millones de años. Al parecer, medía unos 20 centímetros.
Características de la tortuga de tierra
La tortuga de tierra tiene en el área superior un caparazón óseo muy rígido, que protege sus órganos y esqueleto. Éste va creciendo al mismo ritmo que el animal y necesita de mucha luz solar para fortalecerse y adquirir resistencia
Dicho caparazón va unido al plastrón, que es la parte dura de abajo. En los machos es cóncavo y en las hembras plano. Un «trozo» de su columna vertebral está en el caparazón, entre eso las costillas. Respira con un movimiento de comprensión y distensión.
Las tortugas de tierra tienen la sangre fría. Su cabeza es largada y puntiaguda. Su cuello ancho y flexible lo extienden y escogen con rapidez. Poseen cuatro patas cortas y un rabo, cuya anatomía varía en cada especie. No tienen dientes. En su lugar desarrollan un hueso duro en la parte de la mandíbula que hace la función de las piezas dentales. Su mordida es penetrante.
Como se dijo antes, las tortugas de tierra son longevas. Pueden vivir más de 100 años si se mantienen en su hábitat natural. Por lo general alcanzan 30 centímetros de longitud, siendo las hembras las de mayor tamaño.
Alimentación
Las tortugas de tierra suelen ser herbívoras. Su menú se compone de frutas y verduras, aunque algunas llegan a ingerir pequeñas porciones de carne.
Quienes las críen como mascotas deben asegurarse de brindarle alimentos que contengan calcio y fósforo, porque eso fortifica su caparazón. Entre los más adecuados destacan las espinacas, hojas de brócoli, acelgas y perejil, entre otros. Igualmente, pueden engullir manzana y melón, así como zanahoria, lechuga y tomate. Los cítricos no les favorecen.
También pueden comer larvas y cazar mosquitos si su hábitat se los permite. Lo recomendable es que coman porciones pequeñas, varias veces al día, porque su metabolismo es bastante lento.
Tampoco se le puede dar judías, habas, plátano, guisantes y queso, principalmente si son mediterráneas. Las personas que basan su dieta sólo en lechuga y otros vegetales están equivocadas. Mientras más variada mejor.
Reproducción de la tortuga de tierra
La tortuga de tierra se multiplica a través de huevos, es decir, que son ovíparas. A partir de los 12 años ya pueden comenzar a fecundar y, dependiendo de la especie, pueden poner ocho o más huevos. Los machos tienen el rabo más largo porque con él agarran a la hembra para aparearse. La copula puede demorar hasta 20 minutos.
La tortuga de tierra utiliza las patas traseras para hacer un hueco en el suelo, de unos diez centímetros, para dejar los huevos. Luego los tapa con arena y a las nueve semanas aproximadamente, se produce el desove. Será la cantidad de luz que reciban y el clima, lo que regulará este proceso.
Estando en libertad suele ponerlos entre primavera y verano, cuando hace más calorcito, pero en cautiverio puede hacerlo en cualquier época del año.
Tipos de tortugas y cuidados
Hay muchos tipos de tortugas de tierra, pero las más conocidas son la tortuga mediterránea o Hermann griega, la rusa, argentina, marginada, estrellada, radiada, leopardo, calcata, carbonaria, terrapene y caja de Cohauila, entre otras.
Las tortugas de tierra deben vivir en suelos arenosos y en lugares amplios, para que puedan desplazarse con libertad. Se le debe garantizar el suministro de agua, la limpieza y la iluminación.
En temporada de invierno, cuando hay disminución de luz y temperatura, este animal también reduce su actividad. Incluso, puede entrar en una fase de hibernación. Se le suele ver escondido en la tierra y con poco apetito.
Las tortugas pueden ser acuáticas y terrestres. De hecho, hay especies que pasan una parte del tiempo en tierra y otra en agua. Las de tierra muestran sus dedos libres y las de agua desarrollan aletas o dedos que se unen por una membrana.
Afecciones de la tortuga de tierra
Si sufre de alguna caída o daño, la tortuga terrestre puede presentar deformaciones en el caparazón o las patas. Es sensible a los ataques de ratas y gatos, quienes pueden causar heridas que se deben limpiar y atender para evitar problemas de salid.
También puede presentar afecciones respiratorias que se evidencian con lagrimeo, mucosidades y silbido. Incluso, se le puede ver respirando con la boca abierta. Si la tortuga terrestre tiene falta de vitaminas, puede enfrentar síntomas como: debilitamiento del caparacón, inflamación de los ojos y aparición de abscesos auriculares.
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