El galápago más grande del mundo es la tortuga laúd. Científicamente denominada Dermochelys coriácea, es la única especie que sobrevive del género Dermochelys. Se reconoce por su caparazón blando y carne grasa. En inglés se le suele llamar leatherback, que significa espalda de cuero. El peso promedio de este exótico animal marino oscila entre los 300 y 600 kg, aunque se han registrado ejemplares de hasta 916 kg. Puede medir de 1,6 a 2,2 metros.
Este gigantesco reptil recibe el nombre de tortuga laúd, por las siete líneas salientes que se dibujan a lo largo de su caparazón, y que recuerdan la forma del laúd, instrumento musical de origen árabe, de cuerdas pulsadas, con mástil corto y caja ovalada.
Características de la Tortuga laúd
Además de su gran tamaño, la principal característica de la tortuga laúd es su piel coriácea, que la diferencia de las demás tortugas de caparazones óseos. Los trazos o crestas en su cubierta y la forma de gota de su cuerpo, facilitan su desplazamiento suave por el agua.
La tortuga laúd es de color gris oscuro, con numerosos puntos blancos, diferenciándose la hembra por su mayor tamaño y la presencia de una marca rosa en la parte superior de la cabeza.
Luce unas aletas frontales de forma plana, que pueden alcanzar los 2,7 metros, sin garras ni escamas en ellas. También tiene unas traseras, con una peculiar forma de paleta. Junto con su caparazón, estas aletas le permiten a la tortuga laúd viajar enormes distancias en mar abierto. Se ha establecido un promedio de 6.000 km, desde el nido hasta sus áreas de alimentación. Son los reptiles más veloces.
La tortuga laúd bucea más profundamente que cualquier otra, y permanece bajo el agua por mucho tiempo, entre 30 y 70 min. Sale a respirar cada 3 u 8 min.
La boca de la tortuga laúd se asemeja a un gancho y cuenta con barbas que apuntan hacia su garganta, como adaptación para su fuente de alimento.
Su tiempo de vida se desconoce, pero se cree que pueden llegar hasta los 80 años.
Hábitat de la tortuga laúd
Como se dijo, las tortugas laúd se encuentran principalmente en el océano abierto. Realizan migraciones de 6.000 km y más. Viven tanto en agua fría como en agua caliente, hallándose en todos los océanos tropicales y subtropicales, incluso en los mares helados del Ártico, ya que su tamaño y la gruesa capa de grasa que tiene bajo la piel, les permiten mantener una temperatura corporal alta. Las demás tortugas están confinadas a regiones templadas de los océanos.
Alimentación
Las tortugas laúd se nutren especialmente de medusas, siendo un depredador natural de estos animales considerados plagas. Pueden comer cientos cada día, las persiguen sumergiéndose hasta 1.000 metros, durante el día, y en aguas superficiales por la noche, adaptándose al patrón de las medusas. También pueden cazar peces, crustáceos, calamares, erizos de mar y algas.
Reproducción de la Tortuga laúd
El apareamiento de las tortugas laúd es en el agua, cada tres o cuatro años. Son polígamas, varios machos se aparean con una misma hembra. La madurez sexual la alcanzan a los 10 años.
La hembra puede desovar 100 huevos en una sola postura, depositándolos en la misma playa donde ella nació. De ellos aproximadamente 70 son grandes y fértiles, los restantes son estériles y de menor tamaño, sirviendo solo de resguardo para los que sí eclosionan.
En las playas de anidación, las hembras escarban en la arena para colocar los huevos, un proceso que realizan en horas de la noche, para evitar que las temperaturas altas propasen el límite de calor corporal que pueden soportar. Al dejarlos, los envuelve con la tierra para camuflarlos y para que se incuben con el calor. Como en los demás reptiles, la temperatura del nido influye en el género de las crías.
A los dos meses, se rompe el cascarón, las crías cavan su camino a la superficie de la arena y emprenden su travesía nocturna en dirección al mar. Muchas son devoradas en su recorrido por aves y reptiles. Cuando hacen esto miden de 50 a 77 cm.
Amenazas
En tierra las amenazas naturales de las crías de tortugas laúd son las mangostas, mapaches, lagartos y varios tipos de aves. Al llegar al mar se enfrentan a peces de gran tamaño y tiburones. Las adultas no escapan a esta cacería, siendo atacadas por orcas y tiburones.
Sin embargo, actualmente el mayor peligro de las tortugas laúd es el hombre, quien las caza, recoge los huevos de los nidos, contamina las playas y despistan a las crías con las luces de la ciudad. Cuando esto sucede, en lugar de dirigirse al mar van a las carreteras y son víctimas de atropellos.
Asimismo, los residuos tóxicos, productos químicos y otros elementos contaminantes derramados en los océanos posibilitan ponen en riesgo la población de tortugas laúd y las otras siete especies de su tipo que hay en el mundo.
La humanidad debe tomar conciencia para evitar que la tortuga laúd desaparezca. Su existencia se remonta a la época de los dinosaurios, y es una lástima que llegue a desaparecer por culpa del hombre.
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