Las hay de arroyo, lagos y mares, pero la llamada trucha común suele habitar en el tramo alto de los ríos, en aguas cristalinas y frías. Su nombre científico es Salmo trutta, pertenece a la clase Actinopterygii, específicamente al orden Salmoniformes, y a la familia de los salmónidos. Proviene de Europa, pero se halla en Asia, América, Suramérica y Oceanía, con una importante presencia en la Patagonia argentina y chilena, Nueva Zelanda, Perú, los Andes venezolanos y Australia.
Características de la Trucha
Una característica muy singular de las truchas, es que varían de tonalidad según la edad, especie y estado de ánimo. La mayoría posee una banda de color a los costados que, en el caso de la trucha común, es dorada. Se distingue además por el tono amarillo de su vientre, y unas manchas rojas y verdosas, envueltas en aros blancos, que se despliegan por todo su cuerpo. Con la luz del sol, irradia luminosidad.
Es un pez alargado, de cola redonda y escamas lisas. Su boca es tan grande, que se extiende hasta la parte inferior de los ojos. La robustez de su cabeza es muy singular.
La trucha es corpulenta. Puede alcanzar los 15 kilógramos de peso y medir de 25 a 90 centímetros. Las más desarrolladas, son las que viven en ríos de montaña y del llano.
Las truchas más conocidas
Existen muchas variedades de truchas. La arco iris, por ejemplo, es muy parecida a la trucha común. Es verde azulada, oscura en el dorso y blanca en el vientre. Sus vetas son negras y la franja de sus flancos es naranja o rojiza. Se le ve en América del Norte, Europa y el sur de América. No suele superar los 40 centímetros.
La trucha de lago alcanza mayores dimensiones; un metro y medio por lo general. Los lagos de la zona prealpina y los Alpes, son su hábitat natural.
Muy similar al salmón es la trucha marina o reo. Se han conseguido especies de hasta 20 kilos en el Atlántico y el mar Báltico.
En Estados Unidos y en Europa es muy habitual encontrar la trucha de garganta cortada, llamada así por la línea prolongada que forma en esa parte de su esqueleto. En esos mismos lugares, prolifera también la denominada Golden trout, cuyo cuerpo refleja unos particulares destellos dorados.
Alimentación de las truchas
La alimentación de las truchas es eurifágica porque se sustenta de diversidad de productos, acuáticos o terrestres. Es un pez muy hábil y se adapta a los cambios. En su vida silvestre come peces, crustáceos o insectos. Todo lo que tenga movimiento y esté a su alcance, puede ser “apetitoso” para ellas: ranas, lombrices, cangrejos, renacuajos, musarañas, ratones de agua e incluso truchas más pequeñas.
Para cazar tiene varios métodos. En ocasiones se posiciona cerca de la superficie y salta para cazar en el aire, pero otras veces se queda inmóvil a la espera de que algún animal sea arrastrado por la corriente para ella devorarlo.
Si está en cautiverio, se le proporciona aglomerados de harina de pescado, pigmentos naturales y otros compuestos que contengan vitaminas y minerales.
Reproducción y más
El promedio de vida de una trucha es de 8 a 10 años, si logra escapar de los pescadores que la buscan para el consumo humano. Es uno de los peces más apetecidos por sus múltiples beneficios. Ayuda a bajar de peso y a regular la tensión arterial.
La reproducción de la trucha se da entre enero y marzo, y es muy limitada. Los machos de esta especie buscan el espacio donde la hembra desovará, y donde varios de ellos colocarán sus espermas.
El proceso de incubación dura 40 días, pero pasado ese tiempo los adultos se alejan sin prestar ningún tipo de resguardo a los huevos. Por eso, aunque la hembra pueda llegar a poner unos 10 mil, solo cuatro podrían llegar a reproducirse.
La trucha tiende a migrar para reproducirse, pero siempre desplazándose en aguas dulces, muy distinto a otros peces como el salmón, que se trasladan del mar al río.
Presentación y calidad
En los anaqueles de los supermercados es posible hallar truchas frescas y congeladas en distintas presentaciones: fileteadas, picadas en rodajas, con o sin espinas. También hay sitios donde ofrecen el caviar de trucha, el paté y hasta truchas ahumadas.
Su sabor es muy simple, pues es bastante baja de sal, pero su carne es abundante.
Antes de adquirirla, hay que verificar que la piel externa sea brillante y resbaladiza.
Por dentro debe ser rosada. Su olor ha de ser fresco y ligero, y la pulpa tiene que estar firme al tacto.
Propiedades de la trucha
Considerada como un pescado azul, la trucha tiene acción terapéutica. Contiene vitamina B, hierro, calcio, fibra, zinc, potasio, vitaminas C, E, K, D y fósforo. Su alta composición de vitamina B5, la convierte en un comestible ideal para contrarrestar el estrés, los dolores de cabeza y los índices elevados de colesterol.
Es muy apropiada para los planes de adelgazamiento, ya que 100 gramos de trucha solo aportan 90 calorías y 3 gramos de grasa.
La trucha fortalece el corazón, mantiene las reservas energéticas, contribuye a la formación de huesos y dientes, fomenta el crecimiento celular y refuerza el sistema inmune. Adicional a ello, mejora la memoria y alivia los síntomas de la menstruación y la menopausia, entre otros tantos beneficios.
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