Los dinosaurios, aunque extintos, no dejan de sorprender, por la multiplicidad de especies y características. Algunos más feroces que otros, marcaron un antes y un después en la historia de la evolución. Es el caso de Tylosaurus, el depredador marino más grande del océano durante el periodo cretácico (división de la Era Mesozoica, hace unos 145 millones de años).
El Tylosaurus pertenece a los Mosasaurios, grupo muy cercano a los lagartos varanos y a las serpientes que se conocen hoy en día. Fue el más grande del género, superando los 45 pies de longitud (14 metros). Los más pequeños eran del tamaño de dos orcas, mientras que los más grandes tenían casi las mismas proporciones que una ballena mediana. No obstante, se estima que los Tylosaurus más grandes descubiertos por el hombre medían entre 12.8 metros y 13.7 metros.
El Tylosaurus tomó el lugar del Ichthyosaurus, el cual terminó por desaparecer al final del cretácico. Esto lo convirtió en el cazador principal de los mares, debido a su rapidez y fuerza. Investigaciones paleontológicas indican que su dieta era muy variada: peces, tiburones, Plesiosaurios, aves marinas no voladoras y hasta Mosasaurios de menores dimensiones.
Características del Tylosaurus
El Tylosaurus estaba adaptado a la vida marina: Su cuerpo aplastado verticalmente estaba cubierto de escamas, y sus miembros-similares a unas aletas-le permitían nadar en rápidas ráfagas de aceleración. Poseía una cola de gran fortaleza, lo suficientemente larga como para dirigir su recorrido.
Un alargado y cilíndrico hocico dio al Tylosaurus su nombre, una parte muy distintiva de su anatomía que se presume era utilizada para embestir y aturdir a sus presas. También se cree que su premaxilar funcionaba como arma de combate contra otros individuos de su misma especie.
La mandíbula de este animal estaba compuesta por dos hileras de dientes afilados, en forma cónica, dispuestos a cada lado. Contaba con una cresta alta y debido a su respiración pulmonar, se veía obligado a salir del agua para tomar bocanadas de aire. Era tan voraz, que tragaba a su presa entera.
Hasta la fecha se cree que las hembras eran vivíparas. Tras la fecundación colocaban a sus crías en aguas dulces, específicamente en las áreas altas del curso de los ríos. Eran excesivamente protectoras de sus pequeños.
Su historia
Como ha sucedido con muchos otros Mosasaurios, dos expertos compiten por el preciado lugar de ser el primero en descubrir un Tylosaurus. Se trata de Edward Drinker Cope y Othniel Charles Marsh, dos paleontólogos estadounidenses.
En un principio, Cope nombró a este dinosaurio como “Macrosaurio”, tras hallar un ejemplar en Kansas, cerca del Monument Rocks en 1868. Eran fragmentos de un cráneo y 13 vértebras, que fueron exhibidas en el Museo Zoológico de Harvard.
Tan sólo un año después, el mismo Cope realizó una descripción más detallada del material encontrado, oportunidad que aprovechó Marsh para nombrar al espécimen como un nuevo género: Rhinosaurus, cuya traducción es “lagarto nariz”. Sin embargo, no tardó en darse cuenta de que ese nombre había sido asignado a otro animal.
Cope aprovechó la ocasión para cambiar el término “Rhinosaurus” por “Rhamposaurus”, pero corrió la misma suerte que Marsh. Este último, finalmente le bautizó como Tylosaurus, en el año 1872. Con esta definición se reunió a todos los otros especímenes ubicados en Kansas, que tenían las mismas características.
En el año 1911, un Tylosaurus fue recuperado por el investigador C.D Bunker, en las adyacencias de Wallace, Kansas. Actualmente es uno de los esqueletos del espécimen más grandes que se han lozalizado. Aún es posible verlo en las vitrinas del Museo de Historia Natural de la Universidad de Kansas, situado en Lawrence.
Especies de Tylosaurus
A través del tiempo, muchas especies de Tylosaurus han ostentando distintos nombres. Pero sólo unos pocos han recibido reconocimiento científico, para ser incluidos en la taxonomía:
- Tylosaurus Proriger: nombrado por Cope. Pertenece a la división Santoniense y se mantuvo hasta mediados del Campaniense en el cretácico. Se ubicó en Estados Unidos, específicamente en Kansas, Alabama y Nebraska.
- Tylosaurus Nepaeolicus: descubierto por Cope. Del Santoniano, se desarrolló en Kansas, Estados Unidos.
- Tylosaurus Haumuriensis: existió en Nueva Zelanda, durante el periodo Campaniano inferior del cretácico, hasta mediados del mismo.
- Tylosaurus Kansasensis: bautizado por Everhart, se situó en la división Coniaciense, en Kansas.
Otros datos de interés
Al Tylosaurus se le relaciona estrechamente como el Haynosaurio, llamado “lagarto de Haine”, debido a que fue descubierto en el río Haine de Bélgica. Se calcula su existencia durante el cretácico, tanto en Norteamérica como en Europa. Tanto el Haynosaurio como el Tylosaurus son agrupados en la familia de los Mosasaurios o “Tilosaurinos”.
Existen discrepancias con respecto a considerar al Tylosaurus un dinosaurio. De lo que se tiene certeza, es que se extinguió casi al mismo tiempo. La explicación a que la mayoría de los ejemplares se encontrarán en Kansas es muy simple: este estado estuvo alguna vez cubierto por el Western Seaway Interior, un océano de gran magnitud.
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