El West Highland White Terrier es una raza de perros originaria de las tierras altas de Reino Unido, específicamente de Escocia. Está emparentado directamente con el Scottish Terrier y el Cairn Terrier, siendo éste el más pequeño de los tres. Tiene orejas y patas cortas, y un cuerpo alargado.
Es un tipo de perro equilibrado, inteligente y juguetón, ideal para ser integrado en una familia con hijos. Su nombre significa literalmente “terrier blanco de las tierras altas del oeste”, pero sus seguidores lo conocen cariñosamente como “westie”.
Evolución del West Highland White Terrier
Al principio, estos canes se reproducían para servir en la caza de otros animales como el zorro y el tejón, y sus pelajes eran de diferentes colores. De acuerdo a diversas leyendas, fue un coronel llamado Edward Donald Malcolm, quien decidió criar únicamente a los perros blancos tras el asesinato de uno de sus perros rojos, al ser confundido con un zorro que salía de su madriguera.
Para muchos, esta historia explica por qué los West Highland White Terrier son únicamente blancos.
En el año 1907, esta raza fue presentada por primera vez en la exposición canina de Crufts, una de las más prestigiosas del mundo. A partir de allí, el West Highland White Terrir, fue ampliamente aceptado no solo en competencias caninas, sino también como mascota en los hogares de Inglaterra y de otros importantes países. Era el preferido por las familias pudientes.
Características y comportamiento del westy
Los West Highland White Terrier son pequeños. Llegan a medir entre 15 y 35 centímetros, y pesan entre tres y diez kilos, pero esto puede variar según el ambiente en el que se desarrollen, la alimentación y el ejercicio que puedan llegar a hacer, aunque lo recomendado es someterlo a una rutina de ejercicios moderada, que permita mantenerlo activo, especialmente en su etapa adulta.
Muchos criadores de West Highland White Terrier aseguran que gozan de un carácter afectuoso, aunque terco. Son dependientes, fieles y pueden llegar a tener una estrecha relación con los niños. Aunado a ello, su facilidad de adaptación a distintos ambientes y familias es estupenda, por lo que son una opción perfecta para cuidarlos como perros de compañía.
Los West Highland White Terrier son canes activos, entusiastas, alertas y están siempre listos para la acción, aunque por su carácter juguetón no muestran señales de ser ellos quienes comiencen una pelea. Se le ve siempre dispuesto y enérgico. Aunque se distrae con mucha facilidad, puede responder muy bien a su amo si se le entrena adecuadamente desde los primeros años.
Uno de sus rasgos característicos, es que a pesar de sus escazas dimensiones, tienen unos dientes prominentes que no parecieran pertenecer a su pequeño cuerpo, señal de que fueron perros criados para la cacería y el trabajo duro en las montañas.
Los West Highland White Terrier poseen un oído privilegiado, desarrollado en sus antiguas actividades en los campos. Su vista también es muy buena, al igual que el olfato.
Cuidados del West Highland White Terrier
Más allá de los cuidados básicos que todo perro debe tener, es importante que los dueños de West Highland White Terrier tengan en cuenta que estos animales necesitan un acicalado permanente, no solo por su blanco pelaje, sino por la abundancia del mismo, el cual tiende a ensuciarse fácilmente y a enredarse. De hecho, un pelo cuidado, fuerte y abundante es una de las cualidades que evalúan los jueces de concursos en los que participan los West Highland White Terrier.
Es importante someterlo a una rutina de adiestramiento destinada a reforzar las conductas de obediencia que se deseen potenciar en el perro, y mostrarle la manera correcta de comportarse.
Otro factor a considerar en el cuidado de los West Highland White Terrier, es su instinto de cazador y espíritu independiente, que habitualmente le llevarán tras cualquier presa que vea en la calle. Es por esto, que se debe pasear siempre con correa para evitar que salga corriendo y ponga en peligro su vida.
Atención con las enfermedades del Westy
Los padecimientos óseos son frecuentes en este tipo de perros, por lo que se le debe proveer de una sana alimentación y un chequeo constante.
La patología de Legge-Calve-Perthes (Perthes), suele ser muy común en ellos y puede presentarse como consecuencia de un golpe un desbalance nutricional. Tiende a manifestarse cuando el perro tiene entre cuatro y diez meses de edad, y hace que cojee y que se vayan deteriorando la musculatura de la extremidad posterior.
Una enfermedad hereditaria que también suele aquejar a los West Highland White Terrier es la osteopatía craneomandibular, que consiste en una calcificación del área que comprende la mandíbula y el cráneo, originando serios inconvenientes en la dentadura.
Aunque con menos frecuencia, los West Highland White Terrier pueden ser diagnosticados con queratoconjuntivitis, que es una especie de conjuntivitis que les genera muchísimo dolor, y que en diagnosticos graves puede ser causante de ceguera.
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